domingo, 28 de noviembre de 2010

ENTREVISTAS PARA COMPARTIR


Esta entrevista forma parte de las muchas que les hice a escritoras para Literata, desde octubre de 2007.
Ojalá les gusten!
 
Flavia Company,
Una soga a la condición humana.



Escritora de diferentes géneros, trasgresora y cuestionadora de lo impuesto, Flavia Company edita Con la soga al cuello en la Editorial Páginas de espuma. Un libro de cuentos en el que la autora se reafirma en el género, observando, descubriendo lo que nos envuelve y  nos atrapa. Una vez más indaga en las relaciones, en los puntos de intersección, en las zonas oscuras. Estas  narraciones están unidas por un hilo conductor, que se transforma en una soga capaz de alterar una realidad que tiene cuerda para rato.

NA – Yo definiría tu nuevo libro como un volumen de puntos de inflexión. ¿Cómo lo ves tú?
FC – Sí, de algún modo todas son historias en las que se relata un punto de inflexión, lo que a mí me gusta llamar un “momento bisagra”, justo ese período de la vida en que estamos a punto de cambiarlo todo, de dejar atrás lo que fuimos, lo que ocurrió, lo anterior. Momentos en que nos dan un diagnóstico médico difícil de asumir, en que nos abandona nuestra pareja, en que nos quedamos en paro o descubrimos nuestros límites.

NA –Tus personajes siempre rompen las normas, por ejemplo la anciana de tu cuento El jardín, destruye aquello que logró con empeño justamente para renovarse ¿Qué piensas de esto?
FC – Romper las normas forma parte de mi literatura tanto en lo que se refiere a contenido como a formas. Cruce de géneros y por lo tanto trasgresión. Mis personajes son, en ese sentido, seres que se buscan, que se inquietan y dudan y pelean por salir del lugar en que la vida los ha colocado. Algo que, de alguna forma, todos llevamos dentro. 

NA –Como si de un tratado de sociología se tratase, tus cuentos abordan temas  de gran actualidad: en Padre e hijo, un padre enfermo es cuidado por su hijo de sesenta años, en Jacobo hablas de los malos tratos, en Una vida en común, dos mujeres que son pareja viven las miserias de una jubilación exigua ¿Cómo te influye la realidad?
FC – En este libro de relatos necesitaba hablar de la cotidianidad, mostrarla, porque era precisamente la irrupción de lo imprevisto en la rutina lo que me interesaba. Mis escritos surgen, sobre todo, de la observación. Hay algo especialmente conmovedor en lo cercano. Sea como fuere, y a pesar de que pueden parecer temas de actualidad, me da la sensación de que pocos hay que no se refieran a asuntos que han sucedido siempre.


NA – Una de las sensaciones que tuve al leer tu libro, producida por la intensidad de los textos, es la de ahogo, como si realmente la soga la tuviera yo ¿Por qué crees que a alguien que lee puede pasarle esto?
FC – Me parece que resulta bastante fácil para los lectores identificarse con muchas de las historias de este volumen. Porque hayan pasado por algo similar o porque teman que les toque algo parecido tarde o temprano. Con la soga al cuello habla de todos nosotros, de cómo lo imprevisto irrumpe en la cotidianidad y produce cambios de alcance imprevisible.

NA – El libro se inicia con un viaje en tren y toda la lectura parece un mismo recorrido ¿Ha sido esa tu intención, cómo has trabajado la escritura de cada texto y la unión entre todos ellos?
FC – Que el primero de los relatos sea un viaje en tren no es, en efecto, casual. Por una parte tiene una lectura simbólica, puesto que el viaje representa la vida, y por el otro es una clara invitación al lector, para que se suba “en el mismo tren”. La unión de los textos viene dada por la intención y por el tema que se asoma en todos los relatos. Mi intención era mostrar la vulnerabilidad humana y la heroicidad de superar, una vez tras otra, obstáculos complicados. Por lo que se refiere a la vulnerabilidad, tenía claro que había que enfrentar a los personajes a situaciones adversas. Todos nosotros, frente a la adversidad, somos más vulnerables, porque nos mostramos tal cual, no podemos entretenernos, mientras nos defendemos o estamos frente al abismo, en adornarnos, disfrazarnos ni maquillarnos. Al fin y al cabo, cuando tenemos lo que deseamos, somos más o menos quienes queremos ser. Pero cuando nos toca lo que de ningún modo queremos, somos lo que buenamente podemos. Esa realidad está en todos los cuentos, de un modo u otro. Todos sus personajes son héroes, o antihéroes, que se descubren a sí mismos gracias a algún tipo de dolor.

NA – En algunos de tus cuentos, las cosas se les dan vuelta a los personajes: en Las víctimas, el perseguidor parece ser perseguido, en Rodajas de limón, la que engaña parece ser engañada ¿Todo tiene posibilidad de giro para Flavia Company?
FC – Bueno, una vez más todo depende de la mirada. Desde el lugar desde el que se mira. Del punto de vista, en definitiva. Nada es de una sola manera. Eso es algo que he defendido, creo, en todos mis libros. Quien persigue, es a su vez perseguido (por la propia persecución, incluso). Quien engaña, es a su vez engañado (aunque sea por sí mismo).

NA – Parece ser esta una época de proliferación de libros de cuentos. Acaban de editar dos amigas tuyas, Abad y Fernández Cubas, y ahora tú ¿Qué significa esta maravilla?
FC – Es verdad, se ha dado la feliz coincidencia de que mis amigas Fernández Cubas y Abad han sacado también sus libros de cuentos. No sé si las cosas han cambiado respecto a épocas anteriores, pero sí parece cierto que los cuentos reciben más y mejor acogida entre los medios y los lectores. No hay más que pensar en la tríada de premios que acaba de llevarse Fernández Cubas: el Cálamo, el Ciutat de Barcelona y el Salambó.

NA – ¿Qué es lo próximo que tienes entre manos?
FC – Estoy proyectando una novela. Distinta a todo lo anterior. Pero bueno, prefiero no hablar de lo que está por venir. Sólo puedo decir que tengo un fuerte deseo de que venga. Todo a su tiempo.

NA- Sé que tienes un blog. ¿Cómo influye el mismo en la relación con las personas que te leen?
FC-La relación que me brinda el blog me fascina. Es un intercambio constante y me permite una escritura distinta, alejada de la periodística y de la literaria. Más cercana tal vez a la epistolar, aunque tampoco. Un género distinto, probablemente. Habrá que analizarlo cuando haya transcurrido el tìempo. En cualquier caso, me resulta enriquecedor. Ser bloguera ya forma parte de mí.

NA – A pesar de la soga, en tus cuentos hay lugar para el amor y la ironía ¿Esa es la mirada  de Flavia Company ante la vida?FC – La soga no nos quita la esperanza. La soga es nuestra posibilidad de cambio y de aprendizaje. Por duras que puedan resultar las experiencias, los seres humanos, que somos capaces de lo mejor y de lo peor, podemos superar lo aparentemente insuperable. Es un libro esperanzado, con una mirada empática sobre nuestra condición humana.


BREVES
A- ¿Qué personaje que te hubiese gustado escribir? Macabea, de La hora de la estrella, de Clarice Lispector.
B- ¿Que  personaje que te hubiese gustado ser? La aviadora Amelia Earhart, por lanzarme a la aventura de volar, claro.  
C- ¿Hoja lisa u ordenador?¿ Pluma o lápiz? Hoja lisa y pluma.
D- ¿Qué ve Flavia Company cuando se mira al espejo? Me miro tan poco al espejo que hay días en que, a la noche, me doy cuenta de que todavía no me había visto.
E - ¿Con que autor o autora quedarías un rato para que te cuente secretos? Con Silvina Ocampo.








1 comentario:

Anónimo dijo...

Interessantíssim. Llegir això m'ha fet pensar en allò imprevist que s'enllaça amb la casualitat, l'atzar i els no sentits.

Gràcies!
:)