lunes, 25 de mayo de 2015

Arte
SOPHIE CALLE

La Virreina - Barcelona (hasta el 7 de julio)

Conocí la obra de Sophie Calle a fines de los '90, en una muestra organizada por la Fundación La Caixa en el antiguo palacio del Paseo de San Juan. Me habían impresionado las fotos de los ciegos frente al mar: nunca lo habían visto y explicaban lo que sentían frente a él. Calle también contrataba un detective para que la persiguiese. Fotografías y palabras unidas, sin límites entre unas y otras.



En esta  nueva muestra, casi veinte años después, la artista vuelve con su originalidad habitual. Fotografías de ex convictos son usadas como "cartones" de tiro al blanco; el propio cuerpo de Calle se expone con todas sus dudas y características a través de la imagen y la ironía.




Posiblemente sean dos las cosas que más me han impresionado: la disección con la posible carta que ha recibido (el arte nunca es reproducción exacta de la vida, siempre es otra cosa) de un amante que la deja y el recuerdo de la última imagen que han tenido, antes de quedarse ciegos, y frente al mar, de varias personas. El hombre de la imagen siempre tiene presente una única imagen: tres niños y un sofá.




Sophie Calle siempre "dice" cosas que me hubiese gustado decir.

Lecturas


TODOS SE VAN, de Wendy Guerra



Mi amiga Pilar me recomendó este libro y como siempre que sigo sus sabios consejos, me fue bien. Incluido en la llamada literatura de autoficción, la autora cubana crea un estramado en el que se mezclan la historia de Cuba (tan vigente ahora y siempre) y su propia construcción como persona. Los diarios unen la voz de una niña y la misma, ya adolescente, en un territorio en el que no entiende nada. Sola, se enfrenta a todo (como casi tod@s).
Muy recomendable.

Todos se van, Wendy Guerra, Anagrama (2014)

foto del gran fotógrafo Daniel Mordzinski