martes, 15 de mayo de 2012

Mirada de mujer

El siglo XIX visto desde Kate Chopin
Una lectura de El despertar

El realismo del siglo XIX no sólo se centró en la burguesía sino que estableció nuevas formas y temáticas narrativas. Las llamadas "novelas de adulterio" reflexionaron sobre el aburrimiento de las mujeres, las funciones impuestas y la importancia que tenía la aparición de un "nuevo vértice" para que el triángulo hogareño pudiese funcionar. Sin embargo, ya sabemos que Ana Osores, de La Regenta, Emma Bovary y Ana Karenina terminaron mal; posiblemente porque ni  Clarín, ni Flaubert, ni Tolstoy, aún escribiendo unas magníficas obras,  no habían indagado en el universo femenino con profundidad. Y es ahí cuando quiero destacar la obra de Kate Chopin, una mujer estadounidense que en El despertar dio vida a Edna Pontellier, una mujer que busca crear su vida y su identidad alejada de las reglas aún teniendo, "aparentemente", una vida convencional. A partir del contacto con la naturaleza aprende a nadar y ese será el inicio para conocer a un "vértice nuevo" qué sólo será una excusa, porque Edna hará su propio camino, acercándose al arte, ganando su propio dinero (cuidado señoras y señoras, que estábamos a fines del XIX) y diciendo NO cuando quería decirlo.
Con imágenes bellisimas e inolvidables recomiendo esta obra que me hizo (y hace) gozar tanto de la cultura decimonónica, tanto como Jean Eyre. A disfrutar!



1 comentario:

GLÒRIA dijo...

Estupenda crónica, Nora. En cuanto a Tolstoy, Flaubert y Clarín yo creo que sabían mucho de mujeres, de las mujeres de su tiempo. Algunas existen todavía porque todavía, lo sabes, hay quién muere de amor.Emma Bovary se aburre en la provincia. Es demasiado inquieta y demasiado bella para un médico tan bondadoso como poco atractivo, Charles Bovary. Por otra parte su amante es sólo de trámite y no cubre cuanto ella necesita. Karenina se había casado por imperativos familiares y tanto
su marido como su amante quedan
muy mal en la novela del gran Lev. Puedo comentar menos de la Ozores. Lo qué sé es que también sus hombres salen mal parados.
Las tres grandes novelas que citas muestran a la mujer desgraciada por causa de la mediocridad del hombre.
Tengo a Chopin en mente hace ya tiempo. Leí un relato suyo audaz, sensual y bien escrito. Como siempre tendré en cuenta tus sugerencias.
Un beso.